¿Recuerdas cuando eras un pequeño conquistador del mundo y lo querías saber todo?
Existe una etapa en nuestra vida, en la cual solemos preguntar por todo — y a veces hasta de más — . La edad de los ‘por qué’.
Según los expertos, ésto se da de los 2 a 4 años. Si logras recordar esa etapa, sería genial que me compartieras alguna experiencia. En mi caso, no recuerdo nada.
Pero si recuerdo a partir de mis 6 años. Cuando empezaba a explorar el mundo. Y por mundo, en ese entonces, era la residencia en donde vivía, las de mis tios, abuelos y amigos que fuí haciendo en el camino.
Preguntaba de todo. Es más, recuerdo que de alguna manera trataban de huírme. Y eso que era muy tímido, pero tenía unas ganas tremendas de explorar y conocer más de lo que en ese entonces tenía acceso, que se me olvidaba que lo era.
Eso me llevó a explorar los libros de mi Papá — los cuales muchos de ellos eran ya avanzados para mi edad, pero no me quedaba de otra porque no poseía de mi edad, o por lo menos no tan interesantes — recuerdo también que teníamos de esas Enciclopedias Larousse, las cuales devoré por muchos años, hasta que finalmente tuve acceso al primer software de Encarta ¡Era una maravilla!
Hoy en día tenemos Google y gracias a ello, los límites del aprendizaje desaparecieron.
De hecho mi hijo, que tiene a penas 4 años, dice que su asistente es Google y por ende le vive preguntando desde información acerca del clima, hasta cualquier detalle acerca de sus personajes favoritos. Y lo dejo explorar ya que es algo que no tuve acceso en su momento y hubiese querido (claro, le tengo restringido el uso del celular y al mismo tiempo control parental para su protección)
Pero claro, ahora tenemos todo el software a nuestra disposición para resolver cualquier duda que tengamos. Desde el significado de una palabra en cualquier idioma, hasta cómo crear tu propia nave espacial (no es broma, visita Copenhagen Suorbitals para salir de dudas).
Ahora, ¿qué me dices de las preguntas que te haces a ti mismo?
Preguntamos, investigamos, pero pocas veces tenemos una conversación con nosotros mismos y raramente nos hacemos las preguntas difíciles que nos pueden llevar a planificar mejor nuestro futuro y realmente saber si vamos en un buen camino hacia nuestros objetivos.
En mi artículo anterior, les compartí acerca de ‘Mis respuestas a las 11 preguntas de Tim Ferris en su libro Tribe of Mentors’. Y al hacer esto, me di cuenta lo importante que es hacer de este ejercicio un hábito.
Éstas 11 preguntas son muy generales y posiblemente no resuelvan nuestras dudas existenciales. Es por ello que quise preparar mis propias preguntas, las cuales formarían parte de mi sistema de preguntas diarias. Te las comparto:
1 ¿Quién soy y como quiero que los demás me vean?
Es una pregunta que muy pocas veces nos hacemos. Algunos podrán decir que no les importa qué piensen los demás de ellos pero ésta es una completa falacia. Somos seres sociales y por ende SI nos importa que piensen los demás de nosotros.
Pero más que eso, debemos conocernos a nosotros mismos y saber si somos la versión de nosotros que nos agrada y siempre hemos querido. Si no es así, pues es un punto de partida para trabajar en ello.
2 ¿Cuál es mi superpoder?
Esto se lo atribuyo a Vilma Núñez. Quizá otros ya lo dijeron antes, pero hizo ruido en mi a partir de mi participación en uno de sus webinars acerca de como convertirte en un consultor digital.
Debo identificar en qué soy bueno, tanto que los demás quisieran pagarme o retribuirme por ello. Independientemente si lo haces por dinero o no, hay algo en lo que eres mejor que otro y posiblemente aún no lo hayas identificado.
3 ¿Qué haría si no tuviese miedo?
Recordemos que el miedo es una emoción de raíces primitivas que habita en lo más profundo de nuestro cerebro y su función es garantizar nuestra sobrevivencia. El cerebro nos quiere controlar de esta manera en lugar de que nosotros seamos quienes lo controlemos.
Uno de mis mayores miedos es a las alturas. Te confieso, no puedo ver ni siquiera que alguien más este en un borde que de a una caída por lo menos de 2 metros. Es un pavor tremendo. Pero nuevamente, este es un temor primitivo.
Hace un tiempo escribí un artículo que se convirtió en mi forma de vivir desde ese entonces. En este hablo acerca de “¿Qué haría si fuese mi último día de vida?” y esa pregunta es como el detonador para que pierda el miedo en emprender mis sueños y no dejar que estos se vayan conmigo a la tumba.
¿Quién no quisiera dejar un legado? ¡Todos! pero si no vences a tus miedos, o por lo menos aprendes a navegar con ellos, jamás verás cambios en tu vida.
4 ¿Cuál es mi objetivo principal del día? y al finalizar el día: ¿Qué hice bien o mal al trabajar en dicho objetivo?
¿No te sucede que hay días en los que pasas apagando fuegos todo el día y no logras concluir con lo que era, aparentemente, prioridad?
Pues a mi me sucedía bastante seguido, hasta que me di a la tarea de averiguar la mejor forma de evitar esa mala costumbre y encontré dos libros, de los cuales hice un pequeño resumen en este artículo El poder de una cosa a la vez.
Estos libros son The One Thing de Gary Keller y Deep Work de Cal Newport. Gracias a ellos aprendí a organizar mejor mi mente y por ende mi calendario. El cual edito y reviso constantemente durante el día, que por cierto, lo llevo en Notion, una app que realmente me ha salvado la vida.
Otra técnica que me ha funcionado perfectamente es la de Benjamin Franklin, en la cual perfectamente aplica las preguntas de “¿En qué debería enfocarme hoy?” y al final del día, hacerte la pregunta “¿Qué buena acción hice hoy?” Esto de alguna manera te obliga a comprometerte a cumplir lo que te propones al iniciar el día, y así cuando finalice el día, te puedas sentir satisfecho que lo lograste — o por lo menos avanzaste en ello.
5 Si tuviera la oportunidad de conversar con mi ‘Yo’ de hace 10 años, ¿qué le diría?
Y al mismo tiempo aplicar la pregunta que me haría mi ‘Yo’ del futuro a mi yo del presente.
Con esta pregunta pretendo identificar qué consejo hubiese querido tener hace 10 años y así saber si lo estoy resolviendo en la actualidad y si en mis siguientes 10 años podré mejorar dicho hábito o realidad.
Yo le diría que tomara más en serio el hábito de la lectura y de la escritura. Hubiese querido comenzar desde antes para ser mejor y por lo menos haber tenido a la fecha mi primer libro publicado.
6 ¿Cuál es mi progreso en mi bucket list?
En el episodio #20 de mi Podcast Comunidad Storydoers comparto acerca de mi bucket list. Lo cual a mi criterio, debería ser público, ya que de esta manera me comprometo socialmente a cumplirlos o quizá de alguna manera me apoyen a darles check a más de alguno de ellos.
“Comenzar con un fin en mente hace posible que nuestra vida tenga razón de ser, pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas.” — Stephen Covey
7 ¿Cómo hoy puedo ayudar a alguien más?
“Que lo que des no sea como arena en las manos, sino como un amuleto que orgullosamente lo lleve quien se lo regalaste.”
Eres reconocido por lo que haces, no por lo que sabes. Nos encontramos en un mundo tan acelerado, que difícilmente nos detenemos a saciar las necesidades de otros, cuando a penas logramos cumplir con las nuestras.
En este artículo que escribí hace un tiempo te compartía que hay cosas que puedes hacer sin tener que saber mucho ni poseer los mejores recursos.
Algunos de ellos pueden ser la solución e incluso la salvación de otra persona. En una ocasión transitaba por una calle bastante poblada, todo mundo corriendo de un lado a otro, tan ocupados que no pudieron ver a una señora que iba llorando. A mi me conmovió demasiado, por lo que decidí parar y preguntarle qué le sucedía y si podía apoyarle.
Al final me contó que se quedó sin trabajo y por ende la echaron del cuarto en donde alquilaba. Su cara me lo dijo todo, su preocupación era real y para nada se veía como una mentira. Por lo que decidí en ese momento apoyarle con un poco de dinero y le di algunas palabras de ánimos. Realmente desconozo si al final lo utilizó bien, pero quiero creer que le ayudé a pasar por lo menos una noche más.
Y si no quieres dar dinero, por lo menos puedes compartir su historia con alguien más, en las redes, o guiarla hacia un refugio, pero está seguro que esa acción hará que de alguna manera no sólo aportes en la vida de esa persona, sino que sentirás que fuiste útil par alguien más. Y eso es gratificante.
8 ¿Soy feliz?
La pregunta que a simple vista parece ser la más fácil, es la que a la mayoría le cuesta contestar.
¿Qué es ser feliz? Cada quien tendrá un significado diferente. Algunos aseguran que si sus hijos u otra persona es feliz, ella también. Y con ello nos damos cuenta lo infeliz que es pensando que solo será feliz si alguien más lo es o si alguien más aparte de ella la hace sentirse feliz.
Hoy en día vemos tan común los casos de depresión. Y aunque las personas se muestren feliz en público, incluso en sus publicaciones en redes, en realidad están viviendo una confusión dentro de su cabeza.
Quienes fueron fans de Chris Cornell y Chester Bennington, recordarán que los perdimos a ambos en el 2017 por la misma razón. Ambos sufrían de constante depresión. Y aunque en sus conciertos los vimos siendo explosivos y llenos de adrenalina, en su soledad eran otra persona totalmente diferente.
Sin ir tan lejos, lo vemos en las personas que nos rodean. Quizá nos identifiquemos con el caso de un amigo o familiar, y a partir de ello nos damos cuenta que la felicidad no es simplemente una fachada ante los demás, sino que realmente va más allá de como nos sentimos y actuamos cuando estamos con nosotros mismos.
En resumen, considera estas preguntas o crea tus propias bajo la misma idea de conocerte mejor y actuar a partir de ello. Escríbelas y ponlas en un lugar en donde las veas desde que despiertas, en tu lugar de trabajo, en tu auto y cerca de tu cama para que la veas antes de ir a dormir.
Me encantaría saber cuál es tu experiencia con este ejercicio. Ya sea si lo empiezas a hacer a partir de esta lectura o si ya es de tu costumbre hacerlo a diario. Escríbeme por esta vía o por medio de mis redes:
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Antes que te vayas, quiero que revises esta maravilla, la cual uso a diario ya por más de 6 meses en todos mis proyectos de trabajo, lectura, e incluso entretenimiento. Te cuento que con Notion fácilmente estoy sustituyendo 4 aplicaciones que usaba a diario. 100% recomendada.
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¡Gracias nuevamente por leerme y nos vemos en una próxima publicación!
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