Últimamente he visto que las personas hablan de la importancia de hablar con extraños. Tanto para conocer a nuevas personas, aprender de historias que estos mismos compartan o incluso para hacer crecer su propia red de contactos.
Existe un gran mito, y de seguro lo habremos escuchado sobre todo de los que son Padres de hijos pequeños. Y es el hecho de que hablar con extraños es malo. Veamos realmente qué significa esto y por qué a la fecha es algo que muchos temen hacer.
Lastimosamente en países como en el que vivo — aunque no se limita a mi país — existe ese temor de ser asaltado, de que secuestren a nuestros hijos o peor aún, que seamos asesinados. Hay miles de casos que podrían respaldar esta idea, sin embargo es muy arriesgado asegurar que cualquier extraño es malo.
Pongámonos a pensar y recordar de cómo conocimos a nuestros amigos con quien hoy en día compartimos, a nuestra pareja, a nuestros compañeros de trabajo y estudio. Inclusive a nuestro mentor o maestro a quien más admiramos.
Todos en algún momento fueron extraños. Quizá la oportunidad que tuvimos de conocerlos fue a través de una presentación de un amigo mutuo, o sencillamente porque de alguna manera tuvimos que hablarnos debido a que trabajábamos en el mismo lugar. Pero, hablemos de las relaciones que iniciaron a partir de un “Hola, que bonita fiesta no, soy amigo del anfitrión, y tú?”, “Qué buen gusto tienes en cuanto a lectura, ¿leíste también su primer obra?” o la clásica: “Que raro este clima ¿no?”
Esos inicios de conversación o “small talks” son los que hacen una muy buena primera impresión, siempre y cuando la otra persona sea receptiva. Pero no lo sabremos hasta que lo intentemos. Quizá no todas las personas nos recibirán de la mejor forma, pero lo harán las que realmente valen la pena.
Kio Strark en su charla en TED afirma que “Cuando hablamos con extraños, hacemos bellas interrupciones a la narrativa diaria de nuestras vidas… y en la de ellos”. Quizá esa persona con la que decidamos hablar, realmente está esperando que nosotros demos el primer paso, quizá tiene algo que compartir o simplemente expresar, y no espera más que un nuevo amigo con quien conversar. O mejor aún, esa conversación nos podrá llevar a iniciar una excelente amistad, y a información que será útil en nuestras vidas.
Para la mayoría de personas es bastante incómodo hacerlo, pero para otros es tan emocionante y por ende se les facilita. Sin embargo todos necesitamos hacerlo en algún momento de la vida. Desde la necesidad de encontrar nuevos clientes, hasta por una necesidad extrema como quedarse sin un centavo para, digamos, regresar a nuestras casas.
Es por ello que me he dado a la tarea de investigar, entrevistar y descifrar lo que esas personas a quienes se les facilita hablar con extraños, hacen para que se vea tan fácil.
Cómo identificar a ese extraño con quien podamos conversar:
- Antes de ir directo al tipo de personas con quien queremos conversar, es preciso que practiquemos, que “agarremos práctica” y para ello que mejor que hacerlo en un parque, club, convención, café, un lugar en donde acuden personas que son más receptivas.
- Saluda con un “buenos (días, tardes, noches)” sin necesariamente iniciar una conversación, si responde de una manera positiva, o mínimo te devuelve el salud, ahí tienes un extraño receptivo. Otro tip es identificar si tiene la mirada perdida y/o los brazos cruzados, hay una gran probabilidad que no sea receptivo.
- Analiza rápidamente si tienen algo en común. Ejemplo: su forma de vestir, el libro que esté leyendo, un artículo que lleve que lo relacione con un equipo deportivo, etc. (No es buena idea que le preguntes por su teléfono como primera línea en la conversación. Hay un 90% de posibilidades que crea que es un asalto. Perdón, pero constantemente vivo con ese miedo. Tristemente.)
Danny Harris en su TED Talk nos hacer ver que a diario estamos rodeamos de personas similares a nosotras, en supermercados, en un café, centro comercial, etc. Pero posiblemente jamás llegamos a conocerlos, realmente tener una conversación con ellos, a pesar que se parecen mucho a nosotros, buscan los mismos productos, escuchan la misma música o el mismo podcast, compran ropa similar, tiene los mismos hábitos de ejercicios y alimentación, etc.
El nos comparte que al darse cuenta de esto, fue un momento de reflexión y de tomar acción para obtener una experiencia diferente en su vida. Lo que hizo que al siguiente día, de camino a su trabajo, habló con el primer extraño que identificó en la calle. Y se llevó una gran sorpresa, fue testigo de una historia increíble, lo que causó que a partir de ese día las entrevistas a extraños fueran un hábito, creando así un tiempo después la plataforma: People’s District. En donde a través de su blog comparte estas historias de extraños, con la intención de hacer de ello un movimiento global, invitando a todo mundo para que lo haga de igual forma.
Hay muchos beneficios al hablar con extraños, además de la adrenalina que genera el hacer algo diferente y lo emocionante de no saber cuál será el resultado de ese acercamiento, el conectar con las personas nos hace mejores individuos. Conocemos algo nuevo, tenemos una perspectiva diferente a la que acostumbramos obtener de nuestros conocidos, el conocer a dicha persona quizá nos lleve a atar cabos en una situación o necesidad en nuestras vidas, e incluso y lo mejor de todo, posiblemente esa persona necesitaba realmente conversar con alguien y nosotros llegamos oportunamente.
Ahora que has visto lo genial que es poder hablar con extraños, veamos algunas técnicas para iniciar esos “small talks” que te llevarán a conocer las fascinantes historias detrás de dichas personas.
Técnicas para iniciar esos “small talks”
Ya que logramos identificar al “extraño receptivo” que mencionaba anteriormente, es oportuno considerar estos pasos para iniciar la conversación:
- Romper el hielo. Muchos se complican con este tema, pero a veces basta con un “Hola que tal”. Tomando los tips que vimos anteriormente para identificar al extraño de nuestro interés, es oportuno que consideremos iniciar la conversación con un tema acerca de lo que nos llamó la atención acerca de él o ella. Ejemplo: “Hola que tal, perdón pero no me pude resistir a preguntarte acerca del libro que estás leyendo, es de tu autor favorito?” otro: “Hola cómo estás, veo que te gusta el basketball por tu gorra, te enteraste de la última transferencia de los Cavalliers?” Y así hasta el infinito.
- Presentación. Decir el nombre al principio no es la mejor idea. Aunque se lea feo, tu nombre no será tan relevante al principio de la conversación, como lo será el tema en el que ambos muestran interés. Pero sería maleducado no decir tu nombre, por lo que en medio de la conversación puedes interrumpir con un “…Perdón, me emocioné tanto con la conversación que se me olvidó presentarme. Soy Fulanito — un apretón de manos si es oportuno — ¿cuál es tu nombre? A partir de ese momento lograrás más empatía.
- Interesarte genuinamente. Esta acción la extraje de uno de los libros que más ha influído en mi vida: “Como ganar amigos e influir en las personas” de Dale Carnegie. Si no lo has leído aún, te lo recomiendo 100% (Por cierto, si usas Kindle, el libro lo puedes obtener a solo $0.99). No hay mejor sentimiento que sentirse importante y que alguien más escuche y atienda lo que dices. Por lo que desde mi punto de vista y el de Dale Carnegie, interesarte por la otra persona, conocer lo que hace, de sus pasatiempos favoritos, sus gustos, acerca de su familia, etc. Es la mejor forma que la otra persona se sienta cómoda contigo y al final sea más abierta a contarte acerca de su vida e incluso establecer una amistad a partir de ello.
- Si ya lograste iniciar una conversación con esa persona que ya no es un extraño, para poder llevar una buena conversación y que como mencionábamos anteriormente, te muestres con interés genuino, una técnica que personalmente he utilizado y he tenido éxito, es la siguiente:
FORM
Acrónimo de los temas de interés: Familia, Ocupación, Recreación y Motivación.
Ejemplo de uso:
Familia: ¿Tienes hijos? A veces es mejor hacer esta pregunta que preguntar si están casados, para no insinuar algo diferente y confundir a la persona.
Ocupación: ¿A qué te dedicas? Algo muy importante antes de hacer la pregunta, es compartir a lo que tú te dedicas. Esto hará que no sea un interrogatorio para él o ella. El resto de conversación que sea acerca de su ocupación.
Recreación: ¿Haces algún deporte o sigues a un equipo deportivo? El deporte es una de las recreaciones más comunes. Sin embargo no todos lo practican o lo siguen, por lo que una alternativa después de esta pregunta, sería ¿Cuál es tu pasatiempo favorito?
Motivación: Con la información que ya tienes, puedes preguntarle algo más íntimo, como: ¿Qué es lo que más te motiva día a día? ¿Cuál es tu pasión más grande? Hablar de su motivación, si llega a compartirla, comprende una conversación interminable. Así que llegar a ese punto hará que realmente conozcas a esa persona, y por haberle escuchado, habrás logrado ganar su confianza.
En lo personal, me parece fascinante hablar con extraños. No sólo me ayuda a tener más confianza, sino a conocer otras perspectivas de la vida. Por lo que me he puesto el reto de por lo menos hablar con un extraño al día, y como mínimo aportar algo positivo en sus vidas.
Te pongo el reto de hablar con un extraño al día, ¿te animas?
Sé parte de mi experimento social acerca de hablar con extraños, si logras aceptar el reto, cuéntame como te fue y cuál fue tu experiencia a través de Twitter: @JaimeEFlorian o por ésta vía.
“La única manera de crecer es desafíandote a tí mismo.” — Ashley Tisdale
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