La constante pelea entre la tomador de decisiones racionales, el mono de la gratificación instantánea y el monstruo del pánico
Que título tan grande. Y no, no es un anuncio de una caricatura o algo por el estilo. Aunque sí que es gracioso y a la vez absurda esta pelea que parece no tener fin.
Si aún no has visto el TED talk de Tim Urban, detente y hazte el favor de apreciarlo y de paso reírte un poco. Te lo digo, este es uno de mis TED talks favoritos.
Tim nos habla de 3 personajes con lo que todos los procrastinadores nos topamos a diario:
- El tomador de decisiones racionales. Quien tiene visión y desea que todo tenga sentido.
- El mono de la gratificación instantánea. Quien solo quiere divertirse y que todo sea fácil.
- El monstruo del pánico
Y cuando estos se juntan… bueno, mejor si lo evitas.
Si aún no sabes de qué hablo, en un artículo anterior te conté un poco acerca de lo que es la procrastinación ¿Qué tipo de procrastinador eres? Pero en caso que no quieras ir a leer el artículo completo, te resumo con lo siguiente:
“No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.”
La frase necia de nuestra maestra y nuestros Padres. Y a pesar de todo, aún sigues dejándolo todo para después. Pero no te preocupes, de seguro tu maestra y tus Papás también. Nadie se escapa de este mal.
Volvamos a la historia que nos cuenta Tim:
Comparte una experiencia de cuando estaba en la Universidad y del eterno proceso que conlleva el hacer y presentar la tesis. Si ya te graduaste de la Universidad o lo estás viviendo en carne propia, sabrás que es una eterna lucha entre si lo hago hoy, o quizá mañana o cuando ya no tenga alternativa que sentarme y desvelarme hasta terminarla.
Precisamente eso fue lo que le pasó a Tim, aunque tuvo un año para hacerla, realmente los picos de “productividad” se presentaron en las últimas semanas antes de la entrega y esos últimos dos días fueron de crear lagunas debajo de sus ojos.
Al final lo entregó. Claro, un pésimo trabajo, pero cumplió con el tiempo límite de entrega. Totalmente mediocre.
Con este ejemplo vemos como diariamente nos sumergimos a ese Patio Oscuro que menciona en su charla. En donde sucede esto:
- Pasamos viendo nuestro e-mail e inbox en nuestras redes sociales. Una tras otra, minuto a minuto. Aunque nada nuevo aparezca, estamos esperanzados de que así sea para seguir manteniendo ocupada nuestra mente en algo más que no sea en nuestras responsabilidades.
- Tomando siestas aunque no tengamos sueño.
- Yendo al refrigerador para ver si después de la última vez que lo visitaste — hace un minuto — de repente aparece algo nuevo para comer.
- Revisando las historias y publicaciones en nuestras páginas de Facebook e Instragram. Y de paso viendo si al fin hay algo bueno en Twitter.
Todos hemos estado ahí. ¿Por qué a pesar de que sabemos que no estamos actuando bien, aún así lo hacemos?
Nuestro mono quiere jugar y distraernos de lo importante mientras nuestro amigo tomador de decisiones racionales fantasea acerca de cómo se sentiría lograr nuestras metas.
Se convierte en nuestra rutina cuando de repente vemos nuestro calendario y nuestro reloj y vemos que nos quedan tan solo días para entregar el reporte que nos pidieron hace 1 mes, la investigación que nos dejaron para principios de semestre y sumado a eso el pago de impuestos y la fecha límite para pagar nuestra tarjeta.
En ese preciso momento es cuando sale al ring nuestro amigo imaginario y el único a quien teme el mono: el monstruo del pánico.
Es chistoso porque aunque siempre hay alguien que diga que jamás haya pasado por esto, yo que soy experto en procrastinar — Un Pro total — ya me conozco todas las reacciones que proceden a esa mentira. Es más, el aspecto y su lenguaje corporal lo dice todo.
Pero no estoy aquí para juzgar, sino para que tú identifiques en qué estás procrastinando y a como convivir con estos tres personajes en tu vida. Porque de que siempre los vas a tener contigo, así será hasta el fin de tus días.
Quiero ponerte un ejemplo, yo siempre he querido escribir un libro. Es más, este sueño lo tengo desde hace 3 años con todo y portada hecha. Pero de las 200 páginas que quisiera que por lo menos fuese, a penas llevo 5 hojas. Y puro bosquejo.
Hay un fenómeno que pasa con nosotros los procrastinadores y es que hay dos tipos de procrastinación:
- La que todos vivimos con los tiempos límite.
- Y la que no tiene tiempo límite.
Ya hablamos anteriormente de la primera, pero en la segunda están estos sueños como mi libro. El emprendimiento que siempre has querido iniciar, el bajar de peso, leer todos los libros que tienes en tu librera empolvada, aprender el recetario que te regaló tu abuela, etc.
Te quiero compartir lo que he descubierto respecto a cómo lograr que estos tres personajes convivan armoniosamente:
- Ten un plan para todas tus actividades. Usa Google Calendar, un Bullet Journal o simplemente una app de tu preferencia o una libreta de bolsillo.
- Ponles fecha límite a tus sueños. Sólo de esta manera se convertirán en metas. Ponle un poco del monstruo a esos sueños para que se ponga emocionante la cosa.
- Ve paso a paso. Está bien que veas frente a ti el sueño cumplido. Pero mejor enfócate en cada tarea, en cada paso y en cada proceso que te llevará a convertirlo en realidad.
- Comprometete socialmente. El primero de Agosto 2018 comencé un reto. Si has seguido mis posts, sabrás que esta publicación es parte del #RetoStorydoers que nació en mi Podcast Comunidad Storydoers. No sólo me hice el compromiso a mi mismo de escribir cada día, sino que lo hice a través de mi página de Facebook y con mis amigos. Esto me motiva a no rendirme y a seguir investigando y creando nuevo contenido para ti y para todo aquel que visite mi página.
- Y por último, lleva récord de todo lo que hagas y te propongas hacer. He probado muchas plataformas, e incluso tengo la costumbre de llevar un Bullet Journal, sin embargo mi favorito siempre será Habitica. Anteriormente he hablado al respecto en esta publicación. Es como jugar a un RPG y a la vez trabajar en tus metas. Al final tienes formas de recompensarte para que sigas con ánimos en tus futuras misiones. Pruébalo, no te arrepentirás.
Último consejo que te doy: No temas jugar y probar cosas nuevas, no temas fallar, sé como un niño dispuesto a aprender, a levantarse y seguir en caso de caer. Sonríe ante las adversidades y no permitas que situaciones fuera de tu alcance te hagan sufrir. Tú tienes el control de tus emociones, así que no dudes en mandar a la fregada a las malas vibras y sonreírle a lo que venga.
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