La mejor inversión de mi vida
La palabra ‘invertir’ por mucho tiempo se ha relacionado con el hecho de monetizar una idea, abonarle capital a una intención, apoyar económicamente a un movimiento. Sin embargo se ha dejado a un lado el resto de recursos que proviene de nosotros mismos:
- Tiempo
- Esfuerzo
- Energía
- Conocimiento
Y todo lo relacionado a estar presentes, vivir y experimentar en carne propia esa inversión de nuestros recursos.
De hecho, en muchas ocasiones optamos por enfocar nuestros recursos en cosas que nos otorgarán placer inmediato. El cual no dura por mucho. Lo cual termina siendo un gasto innecesario.
“El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que intercambias por él.” — Henry David Thoreau
Según Seth Godinhace 100 años aproximadamente nadie tenía trabajo. La idea de ir a un lugar a que alguien completamente desconocido te dijera que hacer, era algo totalmente extraño. Hoy en día es lo más normal del mundo.
Y esto se debe a que con el paso del tiempo, nuestras exigencias fueron aumentando. Ya no nos bastaba con sembrar y cosechar lo propio. Nos pusimos a las órdenes de otros para sembrar y cosechar su terreno, el cual era más grande que el nuestro y de esta manera obtener recursos — más de lo que podíamos obtener por nuestra cuenta — para gastarlos en cosas que sobrepasaban a nuestras necesidades.
“Compramos cosas con dinero que no tenemos, para impresionar a personas que ni queremos.” — Dave Ramsey
La carencia aumenta con base a nuestras expectativas de vida y deseos por satisfacer. Lo que para uno la carencia significa no tener con que pagar la renta, para otro es aun no tener la capacidad de comprar una casa en la playa.
Y este se convierte en un ciclo que para algunos no tiene fin.
¿Estás dispuesto a malgastar tu vida por obtener dinero para cosas que no te harán mejor, sino lo contrario, te hará sentirte cada vez más carente?
Aparentemente esta idea de tener más que ser está desapareciendo y todo se debe a que las nuevas generaciones están pensando diferente. Podrán llamarles minimalistas, hipsters, millennials, nómadas digitales, etc. Sin embargo están revolucionando el rumbo de la historia. Y para dar un alivio a la humanidad.
Las nuevas generaciones le están apuntando a la oportunidad de ser autónomos e independientes. De tener la capacidad de decidir donde, cuándo, cuánto y cómo trabajar. Sin dejar de recibir buenos ingresos.
Upwork según su estudio en 2017 indica que el 50% de los trabajadores millennials son freelancers. Sé que estos datos son de Estados Unidos, sin embargo no estamos lejos de la realidad de Latinoamerica.
Y con las tasas de desempleo que vemos en nuestros países, nos damos cuenta que es una excelente oportunidad para atrevernos y prepararnos para el futuro. Depender de un trabajo, que no sólo te pague menos de lo que mereces, sino que te exige títulos y cierta edad y género, ya no es rentable para todos.
¿Y qué están haciendo las personas mientras esto pasa?
Simplemente lo pasan por alto debido a que tiene un “trabajo seguro” o porque realmente no están al día de las tendencias más que lo que les dictan las redes sociales y la falsa data.
Y es aquí donde por fin te hablo de mi mejor y mayor inversión en mi vida: Invertir en mi desarrollo personal.
Y no hablo precisamente de la Universidad. Sino el realmente invertir mis recursos (de los que hablamos inicialmente) para desarrollarme como persona y como profesional. A veces sin tener que gastar un centavo.
¿En qué me ha ayudado esta inversión? Aquí te dejo 10:
- Absorber información valiosa a través de los libros, audiolibros, podcast, blogs, video blogs, cursos online, webinars, etc.
- A estar pendiente de las tendencias del mercado global y de sus exigencias. Y ponerme al día constantemente al respecto.
- Aprender nuevos idiomas. Sobre todo a mejorar el inglés, ya que la mayoría de información que consumo está en inglés. Y es ahí cuando veo la gran barrera que significa para varios que sólo saben español.
- Conocer a varias personas alrededor del mundo. Y con esto no precisamente quiero decir que sean mis amigos, sin embargo secretamente han sido mis mentores en diferentes áreas de mi vida. Hablo un poco al respecto en Tus héroes y los míos.
- Me han motivado a iniciar algunos de los proyectos alternos a mi trabajo, tales como este blog y el Podcast Comunidad Storydoers. Y muchos que aún están en el tintero.
- Me ha dado un pensamiento crítico y más amplio. Lo noto en mis conversaciones con los demás y mi forma de percibir y por ende actuar en las diferentes situaciones en mi vida.
- A sentirme más seguro de mi mismo. Lo confieso, soy muy tímido. Sin embargo el conocimiento y el estar motivado para emprender nuevos proyectos y conocer a nuevas personas, ha sido una práctica que cada vez me va haciendo soltarme y desenvolverme mejor.
- Constantemente innovarme. Lo que conocí o leí ayer podría hoy ya no tener tanta relevancia. Es arriesgado ir por el mundo con sólo una idea y asegurar el éxito. Ser una mejor versión de mi mismo día con día.
- Me ha obligado a buscar compartir con personas que piensen de la misma forma. Y es que no es secreto que al hacerlo, más de algo se te pega. Al mismo tiempo, invito a mis actuales amigos a que realicen la misma inversión que yo. Pásate por mi artículo Dime con quien andas… seguro te sabes el resto para conocer mis 5 ideas al respecto.
- Y finalmente, a apreciar más mi entorno. A veces nos encerramos en nuestras ideas y en como percibimos a lo que nos rodea. Nuestra mente debe estar abierta, y con la ayuda de los libros y demás fuentes que les compartí en el inciso 1, lograremos tener un mejor discernimiento y sabiduría con respecto a lo que debemos tomar y lo que no.
“La vida no se trata de encontrarte a ti mismo, la vida es sobre crearte a ti mismo.” — George Bernard Shaw
¿Te parece si a partir de ahora inviertes más en ti que en tu impulso de tener más que ser más?
Si ya lo haces, por favor, no te vayas sin compartirme tu experiencia y de paso algunos tips para mi y para la audiencia.
Hasta pronto.
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