El creador del best seller y uno de mis libros favoritos ‘Deep Work’ ha creado, a mi criterio, un complemento a su libro anterior titulado ‘Digital Minimalism’.

“Vivimos en una era en donde aparentemente estamos más conectados con los demás, pero cada vez más desconectados de nosotros mismos.”

Cal Newport nos invita a tomar acción en su contenido, el cual ha creado a partir de diversas investigaciones con resultados reales, sumado a un ejercicio que el propuso con la idea de desintoxicarse de las redes sociales y todo aquello que nos está alejando de nuestra realidad.

Inmediatamente al terminar el libro decidí que debía iniciar con esos “30 días de organizar mi vida digital” pero antes debía escribir este artículo para poder iniciarlo con ustedes. Espero poder compartir luego mi experiencia al final de este proceso.

Es curioso que con sólo pensar que iniciaré, desde ya me estoy poniendo excusas del por qué no puedo dejar las redes sociales y esto incluye apps que normalmente me distraen y me hacen revisar una y otra vez mi smartphone. Después de todo somos seres formados por hábitos y no necesariamente buenos, es por ello que desprendernos de ellos nos resulta una amenaza.

En el desarrollo de este artículo te compartiré mis acciones a partir de esta decisión y las alternativas y estrategias que usaré para lograr una mejor conexión conmigo mismo, sin perder el contacto con el mundo exterior.

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Mi recomendación si decides leer este libro, es que leas de igual manera Deep Work. Como te mencionaba al principio, para mi gusto es un complemento a dicha obra que hubiese sido agregada a una versión actualizada de la misma. Aún así tiene el peso para ser un nuevo libro.

Aterrizando la idea de Cal con esta obra, es preciso que tengamos en cuenta que la tecnología ha sido creada para trabajar por nosotros y no nosotros ser los esclavos de ella. La tecnología bien implementada, nos ha ayudado a crear un sin número de ideas e invenciones que han cambiado el rumbo de la historia para bien. Pero también está la otra parte, el uso de gadgets de manera desmedida y los sacrificios que hacemos por sumergirnos en ellos, nos están destruyendo lentamente como personas y como sociedad.

Algunos de los problemas que surgen a partir de ello:

• Falta de enfoque
• Quebrantos de salud
• Falsa creencia de tener una vida social
• Resentimiento causado por seguir una falsa identidad en las redes
• Desconexión de la realidad del momento

Entre otras que no vemos en el momento, sino hasta que sufrimos las consecuencias.

Cal nos cuenta en el libro algunas de las experiencias de los 1,600 voluntarios que decidieron acceder a su desafío de 30 días de organizar su vida digital. Todos los que lograron terminar ese período, indicaron que se sentían mucho mejor, volvieron conectarse consigo mismos y realmente lograron priorizar las actividades y así aprovechar mejor su tiempo.

Algo importante que mencionar es que no debemos ver esta acción como “desintoxicación” sino como una reorganización de nuestros hábitos digitales, con el simple hecho de decir esa palabra, nos causa una actitud negativa hacia ello. ¿A quién no le gusta ver y tener organizado su espacio? Así mismo debe ser con lo digital.

Newport nos muestra 3 pasos a seguir para adoptar esta filosofía:

Paso 1: Por 30 días, utiliza únicamente la tecnología que realmente necesitas.

Empieza limpiando las apps en tu smartphone que no usas. Existe una opción automática en la sección de aplicaciones de tu smartphone en donde te indica qué aplicaciones no has utilizado en los últimos 30 días, la desinstalación de los mismos podría ser un buen inicio.

Quizá optes por eliminar tu perfil de Facebook, Instagram y demás redes sociales. Si crees que para ti esa es la solución, hazlo. Pero podrías optar por únicamente desinstalar la app de tu smartphone y verlo estrictamente para conectar, digamos con tus grupos cerrados, administrar tus páginas comerciales, o simplemente hablar con amigos desde tu computadora.

El quitarlo de tu smartphone te ahorraría el tiempo que mal gastas en tus momentos de ocio viendo el status de los demás y en lugar de ello podrías abrir la app de Kindle y leer un libro o leer un artículo en Notion.

Lo mismo podrías hacer con otros distractores como los videojuegos, o las apps como Netflix, que me recuerda a una experiencia que comparte Cal, en la cual una de las personas que participó en el desafío le comentaba que logró establecer que cuando deseaba ver algo en Netflix, tenía que ser acompañada de alguien para aprovechar a socializar, y no simplemente sumergirse en el sin fin de series disponibles.

Paso 2: Reconéctate con las actividades que solías disfrutar

No todo lo análogo es obsoleto. No te digo que dejes tu smartphone y uses uno análogo (a menos que lo prefieras) pero si podrías volver a ciertas actividades lejos de lo digital. Algunos ejemplos:

• Toca algún instrumento. En mi casa, tocar la guitarra es un escape que disfruto.
• Lee un libro físico (aunque prefiero lo conveniente de uno digital, el olor y la sensación de sostener un libro de papel es inigualable)
• Practica un deporte. Mejor aún si lo haces con amigos.
• Si no eres tanto de deportes, ve a caminar, mejor si lo haces en un lugar boscoso, en donde haya un río, o cualquier lugar en donde puedas conectarte con la naturaleza.
• Si eres fan de los videojuegos como yo, sustitúyelos por juegos de mesa. Risk, Domino, Uno y Monopoly son los favoritos de mi familia y vaya que la pasamos muy bien.
• Incluso para escuchar música, hace poco veo que regresó la tendencia de escuchar los acetatos o LP’s, es cierto, no podrás tener el control de elección de canción, pero incluso eso de dejarte llevar por el disco completo, te ayudará a despejarte un poco de todo el ruido de afuera.

Paso 3: Decide que actividades digitales merecen un poco de tu tiempo

Con este paso podrás darte cuenta realmente cuales de estas actividades si suman a tu vida, o por lo menos te aportan diversión y distracción sana. Luego de haber desinstalado, alternado con otra actividad, probado incluso estar un tiempo sin ellas, sabrás si vale la pena regresarlas a tu rutina.

Te comparto en mi caso qué actividades o aplicaciones he conservado, luego de realizar algunas pruebas previo a iniciar de lleno con el reto de 30 días.

• Gmail. Es mi herramienta principal de comunicación, tanto en lo personal, como en lo profesional. Lo que si he logrado reorganizar son mis suscripciones a ciertos newsletters que no traían tanto aporte a mi día a día. Por ejemplo los de la noticias. Totalmente eliminados.
• Habitica. Si has leído mis artículos anteriores, sabrás que es una de mis herramientas favoritas para llevar el rastreo de mis actividades y creación de hábitos. Es el más amigable que he encontrado a la fecha.
• Notion. Desde hace ya un poco más de medio año, ha sido una de las herramientas que no paso un día sin alimentarla. De hecho desde esta plataforma estoy escribiendo este artículo.
• Instagram y Youtube. Estas son las únicas plataformas de redes sociales que conservo. Para el resto opté, si es necesario, revisarlo directamente desde mi computadora. Sobre todo Linkedin, Facebook y Twitter que los uso para mis proyectos. Es muy raro que revise el timeline.
• Spotify. Para mi la música es imprescindible al igual que los podcasts, en esta plataforma tengo ambas.
• WhatsApp. Por lo menos en mi país, es la herramienta de comunicación más utilizada. Ni el servicio de mensajes principal del teléfono, ni Gmail, ni el Messenger de Facebook le ganan. Es por ello que es la que más utilizo para comunicarme con la familia, amigos y clientes.
• Duolingo. Además que aprendo inglés, lo hago como un juego, por ende cumplo con ambas intenciones.
• Medium. Si estás leyendo este artículo en Medium, sabrás por qué conservo esta app.
• App del Banco y App del bus de lleva a mi hijo. A veces suelo hacer transferencias en el camino, por lo que me es super útil. Y la del bus, es como si le tuviera un gps a mi hijo. Vital para un Padre de familia.

11 Apps en total. Quisiera dejar 10 para hacerlo más redondo, veré como me va con esta prueba después de 30 días. Quizá hasta sean menos, sabiendo que hay unas 3 en las cuales puedo acceder desde el Google Chrome. Ya veremos.

Lo que si son 10, son las ideas destacadas que extraje de esta lectura:

1. Pasa más tiempo contigo mismo.
2. Toma caminatas largas.
3. Evita las reuniones improductivas.
4. Desarrolla tus habilidades para producir cosas físicas. Ej: Carpintería, mampostería, herrería, origami, cocina.
5. Arregla o construye algo cada semana.
6. Únete a alguna comunidad de tu interés. Mejor si es algo completamente nuevo para ti.
7. Retoma conversaciones. Deja a un lado el dar likes y comentar en redes sociales. Planifica una ida a un café con un amigo, organiza un viaje, escala una montaña con amigos, socializa.
8. Así como agendas tu trabajo y proyectos alternos, agenda tu tiempo libre.
9. Convierte tu smartphone en un tu asistente, no al revés.
10. Lleva contigo un journal. Mejor si es de papel.

Esto es apenas el comienzo de una vida más productiva y con menos carga. Así como vemos que nos encontramos en una era de información ilimitada, en la cual vemos que somos saturados y contaminados a diario, también está el otro lado, personas y acciones que nos llevan a apreciar nuestro tiempo en este mundo, a valorar lo que tenemos y a dejar a un lado lo que no nos está aportando nada positivamente.

Si quisieras saber un poco más de la vida minimalista, te comparto algunas fuentes que me han sido útiles.

The Minimalists | Marie Kondo | Leo Babauta: Zen Habits | Mindful

Te confieso, por el momento no creo adoptar una filosofía de minimalismo extremo en mi vida. Sin embargo si deseo quitarme carga innecesaria, deshacerme de lo que no me aportar y sobre todo, disfrutar más de mi tiempo y con quien lo invierto.

¿Te unes conmigo en este reto de 30 días? Si es así escríbeme y será un gusto apoyarte y si me permites, compartir tu experiencia con los demás.

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¡Gracias nuevamente por leerme y nos vemos en una próxima publicación!