“Los beneficios de trabajar de manera inteligente son tan profundos: una mejor salud, a menudo más dinero, un gran equilibrio trabajo / vida, más energía, una mejor autoestima, productividad excepcional y satisfacción con el trabajo.” — Ron Alvesteffer.
Es curioso que hoy en día las personas asocien el trabajar duro con tener éxito. Posiblemente sea un pensamiento enraizado que nos transmitieron nuestros ancestros, cuando el trabajo físico era prácticamente la única opción laboral.
Antes de retirar esa idea de tu mente, veamos que significa realmente trabajar duro.
Duro, ra. del lat. durus.
- adj. Fuerte, que resiste y soporta bien la fatiga.
- adj. Violento, cruel, insensible.
- adj. Terco y obstinado.
Según la RAE, y en mi opinión, el adjetivo ‘duro’ no refleja lo que en verdad esperamos experimentar durante nuestra labor.
Me he encontrado con varios de mis colegas afirmar que sus resultados son consecuencia de su trabajo duro. Y efectivamente, la mayoría obtiene sus resultados trabajando 15 horas al día, pero con poco tiempo para compartir con su familia, para estudiar o incluso descansar.
Ahora, háganse ésta pregunta: ¿Trabajar duro es sinónimo de éxito?
Quizá esto te suene familiar y es que en realidad es la rutina de muchas personas. ¿Pero que pasaría si cambiamos esa idea de trabajar para los mismos resultados, pero por menos tiempo?
Definitivamente no todas personas tienen la misma rutina aunque se encuentren en la misma situación, pero de una pequeña investigación que realicé a mis colegas, logré obtener un listado de las actividades que normalmente consumen su tiempo laboral:
- Tráfico (mínimo 2 horas)
- Conversaciones improductivas en la cafetería (de 15 a 30 minutos)
- Ir a fumar (de 15 a 30 minutos)
- Cita solicitada urgentemente por un cliente (1 a 2 horas, considerando tráfico)
- Revisión de correos y redes sociales constantemente (1 hora)
- Llamadas a en frío a clientes (1 hora)
- Otros que no son relacionados al trabajo (1 hora)
Acumulando las actividades, notamos que son aproximadamente 8 horas de “trabajo” prácticamente desperdiciadas.
No quiero juzgar a nadie, háganlo ustedes mismos y dense cuenta que el decir que trabajan duro 15 horas al día es un tanto deshonesto.
Ahora, veamos ese mismo listado con una solución inmediata:
Tráfico: En mi ciudad, es un tema casi imposible. Sin embargo, he comprendido que si quiero llegar a las 8:00 a.m. a un lugar, mínimo debería salir a las 5:00 a.m. Si salgo a esa hora, llegaría a las 6:30. Si salgo a las 6:00, estaría llegando a las 8:00 en punto. Perfectamente puedo usar esa hora y media para leer o adelantar trabajo en lo que espero para las 8:00 a.m.
Benjamin P. Hardy habla en su entrada This Morning Routine will Save You 20+ Hours Per Week que para él es sorprendente que iniciando a trabajar tan temprano, ha logrado trabajar de 2 a 5 horas seguidas sin distracción.
Esto aplica si en verdad necesitas estar en un lugar a esa hora, si no debes hacerlo, te recomiendo de igual manera iniciar temprano y aprovechar esas 2–5 primeras horas del día para aprovechar que estás descansado y con ganas de obtener lo máximo de tu tiempo.
Conversaciones improductivas en la cafetería y el cigarro con los colegas: Yo no fumo, pero si tomo café. Es oportuno saludar a los colegas y aprovechar la hora social, siempre y cuando sea una conversación productiva y que no se convierta una charla de mercado y lavadero comunal.
“No dejes que las personas negativas y tóxicas alquilen espacio en tu cabeza. Aumenta el alquiler y expúlsalos.” — Robert Tew.
Cita solicitada urgentemente por tu cliente: Este es un absorbente de tiempo muy común para las personas que trabajan en ventas o atención al cliente. Y aunque no crean, la solución es educar a nuestros clientes sin ser groseros. Sin excepción. Estos son ejemplos de como hacerlo progresivamente:
- No responder los correos de inmediato, pero si a horas específicas con base a tu programación de tiempo. Esto hará saber al cliente con el tiempo que los correos los revisas a ciertas horas del día.
- Si estás en una reunión o con otro cliente, no respondas las llamadas de ese cliente que para él todo es urgente, devuelve la llamada al salir de la reunión. Ahora, si crees que en realidad no puedes simplemente dejar que suene el teléfono sin contestar, envíale un mensaje o establece un mensaje de voz haciéndole ver que le llamarás al salir de la reunión.
- Por último, y no por menos importante sino todo lo contrario, es preciso que establezcas tu propio horario para atender citas, correos y devolver llamadas. Tanto para ser más productivo, como para que reflejes ante tus clientes un perfil profesional, no el que lo saca de apuros.
Revisión de correos y redes sociales constantemente: Lo confieso, he caído en esta tentación en muchas ocasiones. Ha pasado a ser un ansiedad más que una necesidad. Con el tiempo he logrado resolver ese problema, pero ha sido a través de la aplicación de varias técnicas y la necesidad de ser más productivo con mi tiempo.
La técnica que más me ha funcionado, es la técnica de pomodoro, la cual he compartido en mi entrada Mantente Enfocado: 4 Tips para que lo logres. Y tiene como finalidad el aprovechar 25 minutos de enfoque para luego tener 5 minutos de descanso o para realizar alguna otra actividad, como revisar tus correos o redes sociales.
Si quieres apoyarte aún más a medir el tiempo que utilizas de una aplicación a otra, te recomiendo RescueTime (hay una versión gratuita). Acabo de empezar a usarlo, y quizá porque no he querido que mis estadísticas salgan mal, realmente he dejado de navegar por gusto de un lado a otro sin razón.
Llamadas en frío a clientes: Aquí quizá pueda ser atacado, pero créame, hay mucho mejores alternativas que las llamadas en frío. Existe un estudio que muestra que el 1% de las llamadas en frío terminan en citas con el prospecto. Imagínate que de 100 llamadas, logres una cita con el prospecto. Y esto no quiere decir que te comprará de inmediato.
Podría escribir un artículo completo al respecto, pero en resumen te digo que hagas llamadas más inteligentes para obtener resultados más certeros, por ejemplo, llama a un cliente satisfecho y dentro de la conversación pregúntale si te podría recomendar a algún amigo o colega a quien le podría ser útil lo que tu ofreces.
Si haces esto continuamente, tendrás más éxito que hacer 1,000 llamadas al día a personas que no conoces. Calidad le gana a cantidad.
Otros que no son relacionados al trabajo. Esta es la más impactante. Según un estudio del tiempo que pasa una persona frente a una pantalla, indica que por lo menos pasamos 5 horas y media frente a una de ellas. Sea esta nuestro smartphone, TV, computadora, tablet, etc. Italia es el país con menos tiempo frente a la pantalla e Indonesia tiene el promedio más alto: 9 horas.
Es posible que nuestro trabajo demande que estemos la mayoría del tiempo frente a una computadora, pero durante el día pasamos por lo menos 2 horas frente a nuestro smartphone y no necesariamente trabajando en él.
Considerando que invertimos por lo menos 1 hora en cuestiones que no tienen relación al trabajo, estamos hablando que al menos 1 de esas 2 horas frente al smartphone es durante el trabajo. Deslizando nuestros timelines en las redes sociales o simplemente perdiendo el tiempo mientras inclinamos nuestra cabeza hacia un dispositivo.
¿Te has identificado con alguno de estos come-tiempo?
Veamos nuevamente cuánto tiempo te podrías ahorrar si decides tener mejores hábitos para aprovechar tu tiempo en las horas de trabajo y así tener más tiempo para ti después de ello.
- Tráfico: Levántate más temprano, podrías ahorrar tiempo si decides salir antes de lo normal y aprovechar ese tiempo ganado en leer o aprender algo nuevo.
- Conversaciones improductivas en la cafetería y el cigarro con los colegas: Seamos honestos, esto es totalmente innecesario. Si quieres conversar con tus colegas, programen reunirse después del trabajo en algún bar o restaurante y aprovechen a ponerse al día o simplemente conversar de lo acontecido recientemente. Aún mejor, inscríbanse juntos a un gimnasio. Además de tener la oportunidad de conversar, cuidarían de su salud al mismo tiempo.
- Cita solicitada urgentemente por tu cliente: Sé exigente con tu tiempo y programa tus reuniones. Esto mostrará respeto al tiempo de tu cliente y al tuyo.
- Revisión de correos y redes sociales constantemente: Si no puedes por tu cuenta, utiliza una app en tu smartphone o computadora que te ayude a bloquear ciertas aplicaciones en ciertas horas del día o simplemente que mida tu productividad con base a tu tiempo invertido en tus dispositivos. Esto te ayudará al final del día a saber si fuiste productivo y justo con tu tiempo.
- Llamadas en frío a clientes: Quizá no todos trabajen en ventas, pero si quisieran traducirlo al trabajo administrativo, podríamos verlo a partir de las conversaciones que tenemos durante el día con el cliente interno y externo. ¿Estamos hablando con el que toma las decisiones o simplemente con el filtro de este último? Seamos más eficientes y exigentes en nuestras conversaciones.
- Otros que no son relacionados al trabajo. Hablé de tiempo frente a tus dispositivos, pero también pueden ser llamadas a familia y amigos durante las horas de trabajo, trabajar en un proyecto alterno, realizar las tareas de la Universidad, leer artículos que no tienen relación con tu trabajo, etc. Deja todo esto para tus horas libres después del trabajo.
Imagínate que podrías no sólo tener un mejor enfoque en tu trabajo sino que podrías, quizá no salir más temprano ya que tu horario posiblemente es estricto, pero ya no tendrías que quedarte a trabajar horas extra y así aprovechar ese tiempo fuera del trabajo en actividades que traigan satisfacción a tu vida.
No te digo que cambies tus hábitos de la noche a la mañana, todo requiere tiempo, pero te invito a que empieces por lo menos con una de estas 7 actividades que consumen tu tiempo y encuentra una forma de reducir el tiempo invertido o mejor aún, a eliminarlas de tu horario laboral.
Cuéntame como te va con estos ejercicios en uno de mis siguientes canales de comunicación:
Twitter | Facebook | Mail: jaimeflorian@jaimeflorian.com
Te invito a la vez a suscribirte a mi boletín llamado Viernes de Viñetas, en donde comparto una cápsula semanal — emitida cada Viernes — con información de valor que he recabado durante la semana, proyectos en los que me encuentro, libros que he leído (por cierto tengo como meta 2 libros a la semana), frases que me han impactado, etc.